Estereotipos sexistas
- ¿Crees que estos estereotipos afectan de la misma manera a unos y a otras?
La respuesta lógica sería decir que no, pero pienso que sí porque al final tanto a los niños como a las niñas las estamos educando con estereotipos de género y eso al final, a parte de diferenciarnos hace que ninguno avance en igualdad.
Creo que nos necesitamos, nos tenemos que completar unos a otras, unas a otros, aunque sí es cierto que ellos tienen las cosas más fáciles y ellas más obstáculos por los que pasar, caer y en muchas ocasiones quizás desistan.
Las mujeres nos hemos acostumbrado a luchar para ser libres, la coeducación lleva ya algunas décadas en nuestras vidas, parece ser que todavía es poco tiempo, espero que en un futuro cercano no haga falta hablar del tema.
- ¿Qué harías para contrarrestar alguno de los estereotipos que nos señalan en estos vídeos?
Seguir machando, continuar hablando de igualdad a niñas y niños para que cale el mensaje tanto en unas como en otros, porque a ellas también les tiene que calar, se tienen que sentir iguales para luchar por sus derechos, y ellos tienen que ceder parte de su supremacía y darse cuenta que al cederla no pierden nada, quizás ganen con el tiempo.
- ¿Podrías señalar algún otro estereotipo sexista que pueda afectar a un niño o a una niña? ¿A un hombre o a una mujer? ¿Cómo lo abordas o lo abordarías desde tu ámbito personal, familiar, laboral?
De las niñas se esperan que sea obedientes, dulces, cariñosas, emotivas, que sean sensibles y pacientes, una niña puede llorar, demostrar a veces su rabia, tiene que ser comprensiva y cuidar su aspecto y su postura.
En cambio un niño puede ser revoltoso, tiene que ser competitivo en todo lo que hace, da igual que sea un deporte o en clase, tiene que ser fuerte y por supuesto los niños no pueden llorar y demostrar abiertamente sus emociones porque esto los hace débiles.
Es fácil cambiar estos estereotipos, aunque creamos que no, es tan fácil como no permitir que situaciones y comportamiento sexistas que se producen a nuestro alrededor queden sin un consejo, charla o debate. No hay que callarse y dejar pasar la ocasión para hacer ver que ese comportamiento no es el adecuado. Si educamos a unas, unos pocos, ellos, ellas mismas seguirán el ejemplo y la cadena educativa continuará automáticamente.
En cambio un niño puede ser revoltoso, tiene que ser competitivo en todo lo que hace, da igual que sea un deporte o en clase, tiene que ser fuerte y por supuesto los niños no pueden llorar y demostrar abiertamente sus emociones porque esto los hace débiles.
Es fácil cambiar estos estereotipos, aunque creamos que no, es tan fácil como no permitir que situaciones y comportamiento sexistas que se producen a nuestro alrededor queden sin un consejo, charla o debate. No hay que callarse y dejar pasar la ocasión para hacer ver que ese comportamiento no es el adecuado. Si educamos a unas, unos pocos, ellos, ellas mismas seguirán el ejemplo y la cadena educativa continuará automáticamente.
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